Jornada única en Altamira

Taller en Altamira

El Museo Nacional acogió la clausura del curso de la UNED ‘Prehistoria y arte rupestre en Cantabria: conocimiento del pasado y patrimonio presente’

 

 

Santander, 13 de julio de 2012.- Los más de 60 alumnos de la UNED que participan en el curso de verano sobre ‘Prehistoria y arte rupestre en Cantabria: conocimiento del pasado y patrimonio del presente’ se han trasladado en la jornada de hoy al Museo Nacional y Centro de Investigación Altamira, donde han disfrutado de una jornada única. Más Fotos …

Durante la jornada, el propio director del Museo Nacional y, también, profesor-tutor del Centro Asociado de la UNED en Cantabria, José Antonio Lasheras ha guiado a los alumnos por las instalaciones en un recorrido de “36.000 años de historias”, cuyas recientes investigaciones han tenido como resultado importantes hallazgos como que “la cueva Altamira acogió grupos humanos durante todo el paleolítico superior, y que también dejaron muestra de su arte, de su expresión plástica simbólica”.

Según explicó Lasheras, “las excavaciones en el área vestibular de la cueva permitieron identificar la existencia de un nivel de ocupación con dataciones absolutas correspondientes al Gravetiense, lo que ha ampliado mucho el tiempo de las ocupaciones de la cueva, pues las excavaciones habidas hasta ahora se limitaban a señalar niveles magdalenienses y solutrenses”. El director del Museo Nacional recordó que estos resultados han sido publicados, recientemente, por la prestigiosa revista científica Science que plasma ampliamente las investigaciones llevadas a cabo por este equipo de investigadores internacional que han constatado que “las primeras dataciones de arte en la cueva corresponden al Auriñacense”.

En su recorrido, los alumnos del curso de la UNED, además, visitaron la reproducción facsímil de Altamira, la Neocueva. Sobre esta singular instalación, Lasheras destacó el “rigor museológico” del proyecto y las “innovadoras aplicaciones tecnológicas” que sirvieron para crear “este preciso instrumento de información y conocimiento, como si se tratara de un libro abierto y una única ilustración tridimensional en la que pueden sumergirse muchas personas a la vez”. La Neocueva, aseguró, “se ha convertido en un eficaz instrumento con el que se ofrece información científica de la prehistoria accesible física e intelectualmente para todos”. No se trata de una herramienta, explicó, “para la conservación de Altamira sino para su conocimiento ya que se ha convertido en un modelo conceptual y técnico para proyectos análogos posteriores”.

A la Neocueva se suman otras instalaciones del Museo Nacional y Centro de Investigación Altamira que muestran el contexto cultural paleolítico y que, durante su visita, pudieron conocer detalladamente los alumnos que participan en el curso de la UNED. Asimismo, tuvieron la oportunidad de “hacer prehistoria con sus propias manos” con la realización de diversas actividades en un Taller de Arqueología Experimental, una original propuesta en la que los participantes hacen fuego con sus propias manos, aprenden a cazar como lo hacían nuestros antecesores… En definitiva, aprender a vivir como podrían hacerlo hace más de 36.000 años.

 

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